Sólo somos el reflejo de lo que eramos, los restos de una utopía destruida por el odio y la codicia. Individualmente increíbles, colectivamente aniquiladores de todo lo que amamos.
domingo, 23 de diciembre de 2012
Mientras nos corríamos todo era perfecto, después sólo eramos defectos, uno de otro y otro de uno. Porque eso es lo bonito, que la perfección sea una puta utopía, algo tan lejano que no pueda ni verse. Lo inalcanzable es notablemente más atrayente, guste o no, es así, cuanto más difícil más ansias de superación, de mejorar, de ir a más. Pero... ¿Por qué tiene que ser más? ¿ Por qué no puede ser menos pero mejor?
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