sábado, 17 de noviembre de 2012

No es bonito, ni bueno, ni gratificante, ni tan siquiera me gusta. Ella es la que hace que opine todo lo contrario. Le está dando sentido a muchas cosas que creía que lo habían perdido, y es de las personas más fuertes que conozco. 
FUERZA

jueves, 8 de noviembre de 2012

Esencia VS El Resto

Siempre he creído que las personas tenemos dos partes totalmente diferentes, pero que nos marcan y definen por igual.
Me gusta decir que las personas tenemos una esencia, una pequeña porción de nosotros,algo personal e intransferible, único en el mundo, a veces más grande, otras más pequeña, algo que hemos creado con muchísimos años de experiencia y trabajo lleno de esfuerzo. Una diminuta parte de nosotros, que nos aporta el todo de lo que somos. Esa esencia tiene un poder enorme, va a ser lo que nos impulse a hacer locuras, a enamorarnos, a decidir a quién querer y a quién odiar, lo que nos va a decir cuando reír o por qué lloramos sin motivo. La esencia es intransmutable en todas las personas, no se puede cambiar, el fondo de una persona no se puede cambiar, no se puede alterar nuestra base, es un enorme escudo contra la manipulación del exterior, lo que nos hace diferentes a todos. Es algo que siempre está ahí, pero no en todos es igual de potente, a unos afecta más, a otros menos.

Luego tenemos la otra parte de una persona, aún no he decidido cómo llamarle, dejémoslo en "el resto". Pues bien, el resto es todo aquello que adquirimos del exterior, aquello que nos gusta o simplemente aceptamos por sociabilizarnos con el resto. Aquello que nos da miedo no aceptar, pero lo hacemos por conveniencia, todo lo que no necesitamos, pero que está en nosotros, porque así lo permitimos. El resto es la parte visible de cada uno, lo que vemos, lo primero que conocemos, lo que camufla la esencia verdadera. El resto va a ser la mayor parte de una persona, pero nunca tendrá tanto peso como la esencia.


La esencia normalmente se camufla, es difícil conocer la propia, no hablemos de una esencia extraña a nosotros. Por eso luchamos, porque la esencia es lo que nos hace sentir, pero buscamos una esencia ajena que nos haga sentir, no nos basta con la nuestra. No me vale con la mía.